De un tiempo a esta parte han surgido muchas opciones de correos electrónicos con un alto nivel de encriptación para proteger la privacidad de las y los usuarios. CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), a través de estudiantes del MIT y Harvard, puso en marcha hace unos meses ProtonMail, una servicio de correo electrónico que que utiliza una forma de cifrado extremo, lo que hace que espiar los mensajes sea realmente complicado.
ProtonMail usa dos contraseñas. Una, para ingresar a la cuenta, enviada al sitio. La otra, la que sirve para descifrar los mensajes, se queda en nuestro ordenadores. A través de este sistema, ni siquiera los administradores de ProtonMail pueden conocer el contenido de los textos.
El servicio incorpora más funciones para proteger la privacidad como la expiración de mensajes enviados (son borrados del email del receptor), así como la garantía de que los metadatos no se guardan.
A todo esto hay que añadirle que ProtonMail está alojado en Suiza, por lo que todos los datos están protegido por la Ley Federal Suiza de Protección de Datos (APD) y la Ordenanza de Protección de Datos Federal suizo (DPO), la más estricta del mundo. Esto ofrece una de los mayores niveles de seguridad y sólo podrían entregar acceso a las cuentas con una orden judicial del Tribunal Cantonal de Ginebra o el Tribunal Supremo Federal de Suiza.